El martes, dulce día el martes, los alumnos de 2º de la ESO sentipensaron al ritmo de los versos de Raquel Lanseros; su voz los acompañó hasta los lugares más inauditos, desde Macondo llegaron al nogal que proyecta sus ramas sobre la casa de los abuelos de Raquel y al que se encaramaba para escribir de niña sus versos; También degustaron manjares corrientes transformados en ambrosía como esa redonda rosa de agua de Neruda.
Alumnos y Lanseros fueron construyendo el espacio comunicativo que la poesía proporciona, pues de otra manera es imposible, y así iban rescatando de sus aprendizajes los temas de la poesía, amor, vida, muerte, amistad, melancolía…
Inocentes grumetillos que con su capitana Lanseros ponían proa a la otra orilla, dejando siempre la puerta abierta a la infancia, como Pizarnik escribió, porque la infancia decían los versos de Rilke es la patria del poeta.
Seguro que muchos ya saben que en ese crecer intelectual y orgánico que la vida les depara siempre podrán acudir a la plaza machadiana llena de flores que es la poesía donde la gente de buena voluntad se sienta a descansar y departir.
Con sus aliadas las palabras aprovechó para que los alumnos aprendieran algo de etimología, y a partir de ahora su nostalgia tenga un sentido profundo y poético.
Solo nos queda darle las gracias a Raquel Lanseros por contribuir a crear belleza con sus palabras, como los prestidigitadores del idioma, y al hilo de algunos de los referentes temáticos de la poesía que le brindaron los alumnos, nos acunó con la lectura de sus poemas.
Escuchad.
Olmar Arranz, profe de lengua.