Enar Aguilar

La alumna Enar Aguilar ha desarrollado un profundo y laborioso trabajo de investigación sobre la aplicación en nuestro día a día de la Inteligencia Artificial y los problemas éticos que esto puede traer consigo.

A base de mucho esfuerzo realizando encuestas y experimentos,  nos ha demostrado como hoy en día la Inteligencia Artificial puede hacer cualquier tipo de producto multimedia como si hubiese sido realizado por un ser humano y los problemas éticos que esto puede traer consigo. 

Cabe resaltar que también ha desarrollado en su trabajo de investigación de forma metódica hacia dónde va a tender la Inteligencia Artificial en un futuro y si la sociedad actual está preparada para ello.

En su conjunto, es un gran trabajo, realizado de forma rigurosa, metódica y con un gran análisis de todos los datos recabados en las encuestas y experimentos.

Resumen del proyecto:

Este proyecto se centra en la investigación de la Inteligencia Artificial (IA) según los posibles conflictos éticos que existen y aquellos que pueden llegar a surgir a raíz de sus diferentes usos. 

Se plantearon 2 hipótesis claves que han sido respondidas en función a los resultados de varias encuestas y experimentos.

En primer lugar   se confirmó el escaso nivel de consciencia de las personas respecto a los actuales usos de la IA en sus vidas. Además se comprobó que en la mayoría de ocasiones, el ser humano es incapaz de diferenciar creaciones supuestamente humanas (imágenes, obras de “arte” y vídeos) realizadas por personas reales o por esta tecnología.

En cuanto a los posibles usos que se plantean las empresas, que aún no están en nuestra vida, se ha visto que la opinión general es de limitar estos proyectos (conducción de vehículos autónoma, dispositivos inteligentes en medicina, armas autónomas, etc.) debido a un sentimiento de inseguridad general. La gran mayoría de personas piden limitar estos avances.

En resumen, este estudio sugiere que la IA puede ser una valiosa herramienta para nuestras vidas pero con multitud de usos que puedan salirse de lo considerado generalmente una correcta ética. 

Álvaro Cortés, tutor de Enar